martes, 19 de abril de 2016

ARTE EN NUESTRAS PAREDES



El 16 de marzo, los mayores del colegio hemos honrado al arte, la historia y el deporte en un mismo día. Todo listo para un día artístico sin precedentes. 

Antes de empezar contemplamos la pared, buscando el espacio, la simetría y concibiendo la representación en nuestra mente. Una vez hecho eso nos ponemos en marcha. No hay nada que de más miedo que una pared blanca, ¿por dónde empezar?, ¿qué hacer?... Por suerte no estamos solos. Contamos con un gran artista que, con sus indicaciones, nos hace artistas por un día.
Comienzan los bocetos. Grandes hitos del pasado histórico se alzan en una desnuda pared con trazos de tiza todo simples. Enseguida esa tiza queda en un segundo plano al verse superada por la brillante pintura que se desliza por la pared. Rápida, ligera.

Pirámides, crómlech, arcos del triunfo... Todos ellos se levantan en su más grafitera perfección, todos ellos esperando a ser admirados.

Niños sorprendidos contemplan sin entender, mientras algunos les explicamos el gran significado de lo creado. El arte del graffiti, pocas veces entendido, pero arte, al fin y al cabo, lleva el conocimiento y el asombro a estas pequeñas cabecitas y otras no tan pequeñas, enseñando la gran importancia de la creatividad, la importancia de ser creadores.

Todos unidos bajo el mando del artista que nos guía. Él y la fuerza del arte sacan a la luz nuestra creatividad y nos hacen capaces, incluso a los más torpes, de crear las más hermosas maravillas. Parece imposible, pero nuestras sonrisas descubre que no hay nada imposible al ver terminada la obra. Pero esto no es sólo una obra. Es la huella de nuestro paso por el colegio. Una huella artística y eterna. ¿Quién sabe si dentro de unos años, cuando volvamos de visita, seguirá todavía viva? El paso del tiempo habrá hecho estragos en ambos y tan sólo nos quedará un recuerdo agridulce de esos mágicos años. 

Pero hoy no es ese día. Hoy formamos parte de algo, algo especial que nos hace sentir diferentes. Hoy nos hemos levantado y hemos creado algo nuestro. Esto hará que nuestro recuerdo perdure en el tiempo. Símbolo de nuestra juventud, nos hace sentir infinitos, no porque vaya a vivir para siempre, sino porque fuimos los primeros. Este colegio nos ha dado mucho. Lo llevamos en nuestro corazón. Pero una parte de nosotros también se queda aquí desafiando al tiempo y al olvido.

Manuela Ortíz (2ºBachillerato)

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