martes, 1 de noviembre de 2016

EUCARISTÍA DE DIFUNTOS

El martes pasado celebramos en el colegio nuestra tradicional misa de difuntos. En ella estuvieron presentes en nuestra memoria  todos nuestros amigos,  familiares, alumnos , compañeros… que tristemente ya no están con nosotros físicamente.

Varias cosas destacaría de esta celebración, por un lado la actividad llevada a cabo por Pastoral en la que, a través de unos papeles que se pusieron en la entrada del colegio, cada uno de los alumnos, padres, personal docente y no docente que pasaba por ahí, tenía la posibilidad de poner el nombre de la persona que habían perdido. Estos luego se leyeron en la Eucaristía, por lo que fue muy emotivo recordar con nombres y apellidos a muchos conocidos para muchos de los que estábamos allí.

Otra de las cosas que destacaría como siempre, son las palabras de la homilía dichas por Andrés, donde el adverbio SIEMPRE tuvo una especial relevancia.

La acción de gracias me encantó:

Las lágrimas son parte del abrazo. No temas llorar ni añorar.
No reprimas el duelo ni disfraces la ausencia.
Solo intenta creer, también hoy, que la última palabra la tiene la Vida, aunque ahora duela.
La memoria, que a ratos escuece, se teñirá de gratitud cuando el dolor se aquiete: Gratitud por su vida, por su presencia, por su huella.
Pero no tengas prisa, no quieras forzar el tiempo, que todos necesitamos espacio para el duelo.
Llegará un día de resurrección en que todo estará bien.
Ahora nos queda el amor, al que ni la muerte puede silenciar.
José María Olaizola, sj


Y terminar con la Salve dio a la Eucaristía un aire solemne.

Ángela Díez.

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